¿Cuánto miedo puede haber después de
tantos golpes en el alma, de estar en segundo plano por tanto tiempo, de estar
con las personas equivocadas, de ser vistos sólo como cuerpos efímeros o
compañías simples?.
¿Cuánto miedo podemos sentir y qué podemos
hacer con él, qué hacemos ante una mirada que te estremece el alma y te da
miedo la desconfianza propia y la del otro?
Tengo miedo porque muchas veces me han
visto el cuerpo y no me han explorado el alma. Mi forma de pensar fue pasada
por alto tantas veces reduciéndome a absurdas preguntas como ¿eres: activo o
pasivo? Historias de dolor que aunque se neutralicen los recuerdos, asustan
demasiado por la incertidumbre que causan.
Hombres que juran una fidelidad
inexistente, un amor intenso y maduro que se acaba con el primer cuerpo que se
ofrece y se antoja. Una vez sólo fui el amante que debía esconderse, abrazarse
en lugares lejanos o cerrados y decir palabras a susurros que sólo eran
mentiras. Alguna otra vez me celaron tanto que terminé enfermo de duda y de
desconfianza, otras se enamoraron de mí y yo no pude por más que intenté.
Fui compañía de soledades, levanté miradas
de deseo, besé sin amor y me sentí vacío; desperté con alguien y sólo se
levantó y se fue, estuvieron conmigo y fui el trofeo que se mostraba pero con
el que jamás se podía comprometer por miedo a perderse, estuve con quien no
supo definir su sexualidad y mucho menos lo que tenía conmigo y fui violentado
con silencio.
Palabras y palabras he escuchado y he
construido castillos que terminan derrumbados, futuros que jamás se cumplen,
lágrimas contenidas y a veces tiradas al mar, sentimientos que nacieron para
morir rápidamente.
Pasé por momentos que dudé del amor, me
marchité en vida, dejé de soñar con encontrar ese hombre que despertara conmigo
cada mañana, que viajara conmigo, que me hiciera soñar, que no temiera
abrazarme, ni decirme jamás lo que siente, que sea equitativo, que crea en mi,
que me diga te amo y que mi interior se estremezca, a veces lloré tanto que me
sequé y hasta dejé de hacerlo, quise cambiar tantas veces y arrancarme el
corazón para dejar de sentir; quise ser frío, quise no volverme a ilusionarme.
Hasta ahora pienso que mi forma de amar,
sentir y pensar no son para este momento, que lo que espero tal ves no
existe...
4 comentarios:
cuanta nostalgia... es esa la plaza república en la cabezera de tu blog?
Hola! Q' tal... Bienvenido. Pues si, así es, es una de las fotos más Graciosas que tengo de Mcbo.
Quise decir Grandiosas!!
existe... aunque quizás tenga tanto miedo como usted.
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